viernes, 2 de diciembre de 2011

Miranda y su ropa



Viernes, 27 de marzo de 2009
 

Miranda ya comenzó a darse cuenta que la ropa uno la lleva puesta, que la ropa te hace ver de una forma u otra, que tú puedes querer verte de una manera y no de otra, que te puede gustar lo que llevas puesto más que simplemente te incomoda o no. Les cuento:

Hace dos semanas le compramos una chaqueta fucsia a Miranda, de esas que se cierran adelante con un cierre y con capucha. Le encanta, cuando se la pongo me pide que le ponga también la capucha. Esta semana se la he puesto todas las mañanas para ir al maternal. Anteayer la maestra me envió este mensaje "Miranda no quiso quitarse la chaqueta en toda la mañana, y si yo se la quitaba, se ponía a llorar".

Hace dos semanas también le compramos una franelita con dos perritos. Al ratito de habérsela puesto se dio cuenta y me dijo señalando uno de los perritos "babau" y luego señalando el otro dijo "oto babau" y lo repitió varias veces. En la noche, cuando íbamos a dormir no me dejó quitarle la franelita y tuve que dejársela puesta.

Ayer en la mañana la estaba vistiendo para ir al cole, entonces me pidió unas medias para ponérselas a la Nenné (la protagonista de otra historia), y le saqué unas medias de navidad que le había regalado mi mamá en diciembre. Comencé a ponerle sus mediecitas y sus pappus (zapatos). Para mi sorpresa, Miranda no le puso las medias a la Nenne, se quedó ceño fruncido concentrada mientras veía una media, y veía la otra, y veía una, y veía la otra... entonces entendí que se estaba dando cuenta que las medias eran iguales, que tenían el mismo dibujito (San Nicolás) y eso la agarró por sorpresa. Entonces cambió de opinión y trató de quitarse los pappus, como no pudo, me pidió que la ayudara y cuando lo hice, se quitó las otras medias para ponerse las de navidad. Y se las llevó puestas al maternal.

Esta mañana me tropecé con Filomena, la directora del maternal, y me comentó lo insistente y determinada que es Miranda (y yo orgullosa, escuchándola) y comenzó a darme detalles de cómo no quiere que le quiten la chaqueta fucsia. Me dijo que le asombraba porque Miranda está muy chiquita (casi 19 meses) para saber qué le gusta y qué no le gusta desde el punto de vista de ropa (lo que le queda bien o no, lo que se quiere poner o no). Yo la miré como diciéndole "chama, estamos hablando de Miranda". Es que Miranda me enseñó algo desde que estaba de meses: ella tiene su propio ritmo de aprendizaje y no necesariamente coincide con "lo usual". Ella me enseñó a respetarle eso porque cuando me doy cuenta, ella ya descubrió algo y entonces allí es que entro yo (o su papá o los abuelos) a profundizarle más las vainas, pero siempre ella llega sola.





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