08 de abril de 2009
Miranda ya descubrió lo divertido que es "portarse mal".
En estos días agarró una lata de leche vacía (yo a veces las forro con papels de regalo bonitos para reusarlas y meterles vainas: galleta, avena, la misma leche, etc.). Entonces la agarró y se puso a golpearla contra la puerta de la nevera. Yo estaba cocinando. Inti no había llegado del trabajo.
Yo observo lo que está haciendo y como no lo hace con fuerza, no hace un ruido ensordecedor y además está distraída con algo que no es peligroso, la dejé continuar con su juego que parecía divertirle (y que me permitía continuar cocinando).
En eso ella me dice "mamá!!!" y yo volteo y la miro y ella me mira de ladito y sigue haciendo su ruido.... entonces dije "miércoles!!! no puede ser!!!" le digo "hola mi amor, ¿estás jugando con la lata?" eeessssoooo!!!" y sigo cocinando, haciéndome la loca.... entonces vuelve a decirme "mamá!!!!" y me vuelve a ver de ladito con una sonrisa incipiente divertida, mientras sigue golpeando la lata sobre la nevera, entonces confirmé lo que había pensado: ella me estaba diciendo "estoy haciendo algo incorrecto, debes regañarme" (ergo, préstame atención)... entonces me aguanté las ganas de reir y le dije "Miranda por favor, deja eso, que la lata no es para golpear la nevera, bla, bla, bla...." mientras con mucha dulzura le quité la lata de las manos y la sustituí por otro juguete, con lo cual ella se sintió satisfecha y se fue a jugar con otra cosa.
Viernes, 27 de marzo de 2009
Miranda ya comenzó a darse cuenta que la ropa uno la lleva puesta, que la ropa te hace ver de una forma u otra, que tú puedes querer verte de una manera y no de otra, que te puede gustar lo que llevas puesto más que simplemente te incomoda o no. Les cuento:
Hace dos semanas le compramos una chaqueta fucsia a Miranda, de esas que se cierran adelante con un cierre y con capucha. Le encanta, cuando se la pongo me pide que le ponga también la capucha. Esta semana se la he puesto todas las mañanas para ir al maternal. Anteayer la maestra me envió este mensaje "Miranda no quiso quitarse la chaqueta en toda la mañana, y si yo se la quitaba, se ponía a llorar".
Hace dos semanas también le compramos una franelita con dos perritos. Al ratito de habérsela puesto se dio cuenta y me dijo señalando uno de los perritos "babau" y luego señalando el otro dijo "oto babau" y lo repitió varias veces. En la noche, cuando íbamos a dormir no me dejó quitarle la franelita y tuve que dejársela puesta.
Ayer en la mañana la estaba vistiendo para ir al cole, entonces me pidió unas medias para ponérselas a la Nenné (la protagonista de otra historia), y le saqué unas medias de navidad que le había regalado mi mamá en diciembre. Comencé a ponerle sus mediecitas y sus pappus (zapatos). Para mi sorpresa, Miranda no le puso las medias a la Nenne, se quedó ceño fruncido concentrada mientras veía una media, y veía la otra, y veía una, y veía la otra... entonces entendí que se estaba dando cuenta que las medias eran iguales, que tenían el mismo dibujito (San Nicolás) y eso la agarró por sorpresa. Entonces cambió de opinión y trató de quitarse los pappus, como no pudo, me pidió que la ayudara y cuando lo hice, se quitó las otras medias para ponerse las de navidad. Y se las llevó puestas al maternal.
Esta mañana me tropecé con Filomena, la directora del maternal, y me comentó lo insistente y determinada que es Miranda (y yo orgullosa, escuchándola) y comenzó a darme detalles de cómo no quiere que le quiten la chaqueta fucsia. Me dijo que le asombraba porque Miranda está muy chiquita (casi 19 meses) para saber qué le gusta y qué no le gusta desde el punto de vista de ropa (lo que le queda bien o no, lo que se quiere poner o no). Yo la miré como diciéndole "chama, estamos hablando de Miranda". Es que Miranda me enseñó algo desde que estaba de meses: ella tiene su propio ritmo de aprendizaje y no necesariamente coincide con "lo usual". Ella me enseñó a respetarle eso porque cuando me doy cuenta, ella ya descubrió algo y entonces allí es que entro yo (o su papá o los abuelos) a profundizarle más las vainas, pero siempre ella llega sola.
Lunes, 09 de marzo de 2009
El viernes es el único día de la semana en el que los niños del maternal donde está Miranda pueden llevar un juguete de su casa, por lo que ella decidió llevar hoy a su peluche "tiye" (un tigre que le trajo José Ramón de África) y a la "nnenne" (una muñeca bebé que le regaló Jenny).
Miranda iba caminando de mi mano, por lo que usaba sólo su mano izquierda para llevar a ambos muñecos. Pensé "se le va a encalambrar" y ofrecí ayudarla, pero recibí un firme "¡no!" como respuesta.
Comenzamos a subir los escalones para salir del edificio mientras contábamos "uuuunoooo dooooos teeeees taaaaato..." y se le cayó la muñeca, por lo que dijo nerviosita "¡¡¡nnenne... nnenne..!!!", me agaché, tomé la muñeca y le dije "aquí está mi reina, toma a tu nené" mientras se la entregaba. Miranda la agarró, la acercó hacia su pecho y con una ternura que me conmovió le acarició la cabeza mientras le decía "sshhhh... ssshhhhh... ssshhhh..." y cuando así lo sintió, tomó mi mano y siguió caminando.
Miranda y Abril Alejandra son mis dos hijas. Miranda nació el 31 de agosto del 2007. Abril Alejandra nació el 10 de enero del 2011. Ambas son mi orgullo, mi pasión, mi Vida, mis Soles, mis Lunas, mis alegrías y mis angustias.
Este Blog fue idea de Teresa, una Sacerdotisa de la Luna que tuve el gran placer de conocer. Al principio me costó mucho decidirme a compartir algo tan íntimo con la internet... luego me dije "¿y por qué no, acaso no estamos tod@s conectad@s?" y entonces poco a poco se me fueron quitando las dudas y los miedos.
La idea es presentarles las historias lo más literal que mi memoria puede ofrecer, sobre todo los comentarios de cada una de ellas. El estilo me lo inspiró un hermoso libro que me regaló mi amiga Melina, llamado "Agua Enrollada", expresión dicha por un niño cuando se le preguntó "¿qué es una ola?".
Y aquí están mis dos Diosas, hijas de la Pachamama, de Pulowi, de Gaia... y también mía y de Inti.
Espero que les sirvan de inspiración, tanto como a mí.
Que la Diosa las bendiga todos los días de sus Vidas.
